sábado, 3 de abril de 2010

Un boca a boca especial


¡Qué bellas son las zarigüeyas! ¡Qué difícil resisitirles!

¿Será porque se dejó cautivar por semejante animal (aunque éste no se moviera un pelo) tumbado a la orilla de una carretera de EEUU que un hombre borracho intentó reanimarle haciéndole el boca a boca? ¿O bien fue porque no se había comido una rosca en los días anteriores y quería meterle lengua a un ser orgánico a toda costa?

La policía pretende que la zarigüyea ya se había ido al otro barrio cuando el malogrado soccorista se inclinó encima de ella pero no descartemos que el pobre animal, ya hecho polvo, la palmó de verdad cuando el hombre le sopló el aliento.

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