
Se debe a un trastorno (¿de la personalidad?) conocido como priapismo y el indio tuvo que someterse a una intervención que le ha dejado impotente.
Una pena para que no haya aprovechado esas tres semanas para grabar un sinfín de pelís porno y burlarse de los Nacho Vidal y compañía, pero ahora las estrellas varoniles del porno pueden estar tranquilas: su competidor ha quedado fuera de juego...
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