Mala noticia para los pintores conceptuales que se toman por la enésima reencarnación de Jackson Pollock (aunque nunca le llegarán a la suela del zapato) y se conforman con salpicar unas gotas de pintura en un lienzo virgen para parir una obra maestra: les ha salido una nueva forma de competencia, unos elefantes que se enfrentan al caballete. Esto es real y pasa en Tailandia.
¿Cuándo veremos unos paquidermos pasearse por los pabellones de ARCO, hablar con los galeristas y cepillarse todas las instalaciones que les disgustan con la trompa?
Después de los monos que dirigen documentales, se trata de un nuevo gran paso para el mundo animal que van a hacerse con varios campos del arte y los premios correspondantes...
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