jueves, 11 de marzo de 2010

Un coreano se casa con su almohada

Por si algunos de vosotros aún no se han dado cuenta: el frikismo tiene el viento en popa y algunos países asiáticos podrían postular al título de campeón del mundo en la materia. Sino, que se lo digan a Otaku, un coreano que se ha casado con su almohada, pero cuidado, no se trata de un cojín cualquiera sino de un producto que podríamos calificar de mitad almohada mitad muñeca, con cuerpo (poco estilizado) y rasgos (o casi) de chica.

Si la noticia puede sorprender a primera vista, no es tan estrafalaria en el fondo porque las almohadas suelen ser, junto con el edredón, las compañeras nocturnas más habituales de l@s solter@s. Además casarse con una tiene sus ventajas, sobre todo para la gente celosa que puede estar segura de que la novia le espera tranquilamente en la cama, le calienta el sitio y como si fuera poco, no come nada (salvo unos ácaros) y sólo pide una limpieza en seco de vez en cuando.

Cabe por lo tanto preguntarse si las almohadas acabarán pidiendo el divorcio y recurrirán por eso a abogados especializados en derecho matrimonial de la ropa blanca.
- Mi clienta se queja de que usted duerme cada vez más fuera de casa.
- Es que viajo mucho por mi trabajo.
- ¿No puede llevarla consigo tal como lo haría si se tratara de una esposa de carne y hueso?
- Soy como el personaje interpretado por George Clooney in Up in the air, nunca facturo en los aeropuertos para ganar tiempo y mi pobre mujer no cabe en el trolley de cabina.
- Habérselo pensado antes de comprometerse.
- Pues haberme dicho ella que tenía mucha pluma. Ya verá, señor Abogado, creo que me engañó desde el principio. Me aseguró que era chica mientras que es un travesti. Así que no me tire ella la primera piedra...

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