
Imaginad los díalogos entre la parturienta (bajo epidural, por eso contesta tan pancha) y el tocólogo:
- Empuje Señora, empuje. Si no dispara bien, le va a tocar al bebé darse con el larguero.
- Callése, no quiero que mi hijo nazca afiicionado. Por lo menos que pueda elegir su equipo más adelante. Además este verde empieza a marearme, me da la impresión de ser una vaca a punto de parir en un prado.
- No se haga la fiera. Sabe usted tanto como yo que su hijo es un futbolero empedernido.
- ¿Por qué?
- ¿Será que no se acuerda? Lleva meses dándole patadas.
- Jo... ¿será verdad?
- Empuje... empuje... ya se acerca la cabeza... centre bien por favor... empuje... ¡¡GGGGOOOOLLLL!!
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