lunes, 1 de febrero de 2010

Maldita agua bendita


En este primer día de febrero donde ha brillado el sol en la meseta castellana, nos quedamos en los países fríos. Después de Suecia, hoy es Rusia que nos brinda una noticia curiosa, que podemos enlazar con el post de ayer. Efectivamente, si nos trasladamos desde Escandinavia hacia el Este, hacia la ciudad siberia de Irkutsk en concreto, seguimos con el tema religioso y viajamos del protestantismo hacia los ritos ortodoxos.
No es gasolina - con o sin plomo - que bebieron los fieles siberianos para celebrar la Epifanía sino agua bendita contaminada, lo que llevó más de uno al hospital con gastroenteritis, diarreas, fiebre y demás síntomas. Mala noticia para los afectados aunque no haya ninguna víctima mortal que deplorar. ("¿Qué te han traído los Reyes Magos?", "Una cagalera tan fuerte que hubiera preferido carbón").
Es en cambio una buena noticia para los fabricantes de vodka a los que el incidente ofrece unos argumentos publicitarios en bandeja: "Es más saludable celebrar la puesta de largo (precoz) de Jesús con vodka que con agua".
¿Cómo se les ocurre a los rusos festejar algo con agua? si saben desde tiempos inmemoriales que perjudica gravemente la salud. Si no me creen, pregúntenselo a Boris Yelstin. Eso sí, con la ayuda de Iker Jiménez o de una ouija.

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