Tras ser detenido el hombre afirmó que no pretendía quemar al personal del establecimento tirándo el brebaje sino neutralizarle dándole un golpe con la taza.
Esta historia insólita podría convertirse en buena noticia para los Starbucks y demás cadenas que venden café para llevar, pues los vasos de cartón que proporcionan a su clientela no son susceptibles de transformarse en armas. Ahora que lo pienso ¿no podría tratarse de una sutil campaña de marketing viral? ¿Qué opináis al respecto?
(En cuanto a la foto, la saqué un día en preferí inmortalizar una imagen que me parecía interesante a leer los posos. Desde entonces sustituí el café por el té...).
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