viernes, 8 de enero de 2010

Besos sospechosos


Aún nos falta comprobar si el amor mueve montañas (quizás habría que organizar una macro Love Parade en el Everest o en el K2 - método empírico), pero ahora sí es cierto que sus demostraciones en público hacen que crezca la tensión en los aeropuertos en alerta naranja de Estados Unidos (es decir más o menos todos los aeropuertos del país citado).
No es una amenaza de bomba, sino un mero beso que ha provocado retrasos en cadena en el aeropuerto de Newark al saltarse un hombre el cordón de seguridad para despedirse de su novia en condiciones...
Y sería una buena noticia ya que demuestra el poder del amor si no tuviéramos que esperarnos medidas restrictivas dentro de poco.
Es probable que la próxima etapa en la escala de seguridad estadounidense consista en prohibir no solo los besos sino cualquier muestra de cariño en los aeropuertos.
Hay explosivos líquidos, con lo cual un intercambio de fluidos puede convertirse en un intercambio de armas de destrucción masiva.
Piensas que tu novio te da el morro del siglo antes de que te subas al avión mientras que lo hace el muy cabrón en realidad es deslizarte una bomba fluida entre pecho y espalda para que te conviertas en miembra honorífica (y a título póstumo como suele pasar en este tipo de situaciones) de Al Qaeda un cuarto de hora después del despegue.
Y como las prohibiciones tardan cada vez menos en cruzar el charco, pronto tampoco podremos besarnos en los aeropuertos españoles y de allí a que extiendan la medida a la mismísima calle...

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