sábado, 30 de enero de 2010

El preservativo volante

Si dentro de un par de meses veis un globo alargado merodear por el cielo, no hará falta que llaméis a Iker Jiménez para decirle que el planeta del Pito Gigante nos está atacando ni siquiera que cambéis de marcas de cigarrillos o de golosinas: no estaréis alucinando ni seréis víctimas de una conjura cósmica.
La cosa será más prosaica: estaréis presenciando el vuelo de un condón gigante - llamado Condofiere en homenaje a la "montgolfière" o primer globo volador - que dará la vuelta al mundo como cualquier rock star se precie para concienciar a los humanos (y los monos también, ver post del miércoles) sobre los riesgos del Sida (y de las otras EST ya que estamos).
La iniciativa es de lo más seria pues ha sido presentada ni más ni menos que por una mujer Premio Nobel de Medecina, la francesa Françoise Barré-Sinoussi cuyas investigaciones sobre el virus del Sida han sido de lo más relevantes.
Es sin duda una buena noticia para las vacas del mundo entero ya que podrán mirar medios de transportes distintos de los trenes, de los que están hasta la ubre, las pobres.
Puede que sea en cambio una mala noticia para las canciones de toda la vida, que van a cambiar por culpa de este preservativo de 40 metros de altura.
"El condor pasa" va a transformarse en "el condón pasa". El hit por excelencia de Europe "the final coutdown" será "the final condón" o condón del Apocalipsis.
Cabe esperar que los cuatro tripulantes de esa peculiar nave especial (vaya promiscuidad) no pinchen durante el vuelo.
Porque al contrario de lo que pasa cuando un condón normal y corriente revienta, aquella repentina explosión no sería susceptible de provocar una vida no deseada sino de llevar a cuatro viajeros al otro barrio. Y sería por lo tanto contraproducente, ya que demostraría que el sexo de alto vuelto no es tan seguro como pretende...

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